Nació de mí, flor de primavera,
flor bendita, tempranera...
¡Tan mía, tan dulce y tan bella...!
que al verla por primera vez,
me enamoré de ella.
Y se forjó en nuestros corazones
un entrecruzado lazo,
un soplo hecho de amor
fué nuestro primer contacto
y su alma se aferró
al suspiro de mi abrazo.
Margary Gamboa.
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